viernes, 28 de diciembre de 2012

El mal estudiante


El mal estudiante
Dice no con la cabeza
pero dice sí con el corazón
dice sí a lo que quiere
dice no al profesor
Está de pie
lo interrogan
le plantean todos los problemas
de pronto le agarra la risa nerviosa
y olvida todo
los números y las palabras
los datos y los nombres
las frases y las trampas
y a pesar de las amenazas del maestro
bajo los abucheos de los niños prodigios
con tizas de todos los colores
sobre el negro pizarrón de la desgracia
dibuja el rostro de la felicidad.

-Jacques Prévert

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Estrategias didácticas para orientar el aprendizaje significativo





“El diálogo y el conflicto son factores 
constitutivos de un proceso de construcción
 democrática”.
-Paulo Freire

    Dentro de la problemática del método didáctico se presentan dos posturas, por un lado, una en esencia metódica, rígida e inflexible, la cual se ha catalogado como instrumentalista por el tratamiento que hace de las estrategias didácticas y por otra parte, la postura antimetodista, de la cual se dice que no pone interés en aspectos de contenidos entre las disciplinas escolares.

    En general, antes de plantear tecnicismos, posturas o alternativas, sería importante mencionar que la estrategia didáctica debería responder a los fines que se plantean en una tarea específica, en ese sentido la acción pedagógica no puede dictar un sentido separatista absoluto y se podría pensar en una combinación de orden y método, pero con la flexibilidad suficiente como para ser adaptada a cada situación especifica dentro de los actos educativos concretos.

    Sanjurgo (2006) rescata la idea anterior como sigue: “El método debe ser riguroso y sistemático, lo que no es equivale a decir rígido e inflexible”. El método didáctico bajo esa perspectiva adquiere toda la rigurosidad del método científico, pero rescata el rol del educador como facilitador del conocimiento, en ese entendido, la flexibilidad permite pensar en la importancia de una oportuna intervención pedagógica.

    El aprendizaje debe ser potencializado sin obedecer a modas fragmentarias, de otra  forma se rompería la mediación de los instrumentos didácticos. El método didáctico no es una receta mágica, o un listado procedimiental de acciones para el docente.

    Rodríguez y Edelstein, (1972,27) es mencionado por Sanjurgo (2006) y rescata el enfoque del método como sigue: “El método no es una suma de instrumentos o pasos, sino el conjunto de principios y procedimientos de investigación teórica y de actividad práctica… Sin un método es imposible resolver ninguna tarea teórico-práctica”.

   Todas las consideraciones que mencionan las autoras se enmarcan dentro del marco de la flexibilidad. En términos generales la diferenciación del método científico y el método didáctico radica en la formalización y la estandarización que ha alcanzado el primero. De la lectura se abstrae el que no se debe pensar en una formalización del método científico como tal dentro del proceso de construcción de los conocimientos.

    El planteo de un método didáctico está condicionado por la naturaleza (el objeto de estudio) de cada disciplina, en palabras de Sanjurgo (2006) sobre el método didáctico: “es aquel del que se sirve el docente para procurar guiar el aprendizaje significativo en la escuela”. El método didáctico asume características generales de la investigación científica y aporta un marco referencial, estrategias didácticas, planes y especialmente la figura del docente como orquestador entre las partes.

Más sobre las estrategias didácticas
    Se hace referencia al verbalismo como la corriente donde se considera que la lección debe ser memorizada mecánicamente, prevalecen la exposición y la ejercitación sin previa formación de una base conceptual.

    El sensual empirismo como corriente propone el uso de materiales de apoyo, fundamento visual y la acción de los sentidos. La Escuela Nueva se plantea entonces en los entendidos de actividad, creatividad, educación con sentido para la vida y funcionará en esa dirección.

    El conductismo como se plantea tradicionalmente, parte del esquema del estímulo-respuesta por lo que se considera que genera una concepción atomizada del conocimiento.

   Dentro de los aportes de la “Gestalt” (la palabra ‘Gestalt’ en alemán hace referencia a varias acepciones como lo son: crear, organizar, dar cuerpo, formar, figurar, ser fuerza creadora, creatividad y diseñar) se considera importante la construcción de estrategias globales para la comprensión de estructuras significativas, en ese sentido, se construye sobre cimientos sólidos para poder edificar otros niveles y el proceso continuaría secuencialmente.

    Se rescata entonces la necesidad de un aprendizaje verdaderamente significativo y un conocimiento claro del objeto de estudio, las estructuras cognitivas de los alumnos y una participación pedagógica oportuna para proyectar la construcción de los conocimientos.

   Interiorizando las propuestas anteriores, Sanjurgo (2006) propone que: “el método didáctico puede transformarse en un instrumento seleccionador o en un factor democratizador [de la educación]”

    Entre las notas de Sanjurgo (2006), se rescatan varios aportes de (Coll, 1991) quien menciona que “Las características individuales de los alumnos son el resultado de su historia personal… lo que el alumno es capaz de aprender depende tanto de sus características individuales como de la ayuda pedagógica que se le proporcione” en ese sentido, para Coll los métodos de enseñanza no se pueden clasificar como buenos o malos, una clasificación así es completamente subjetiva y arbitraria, la invitación que hace el autor es pensar más en las características individuales del sujeto cognoscente y el tipo de apoyo pedagógico que corresponde. No se trata de prescripciones curriculares, sino de concebir la enseñanza en función de los objetivos que se quieren lograr y las dificultades que se enfrenta el docente en el camino, sólo un diagnóstico docente oportuno puede dimensionar el proceso adecuadamente para alcanzar los fines y objetivos propuestos en un principio.

    Desde la perspectiva constructivista, el alumno es un ente activo que participa, construye, modifica, enriquece y diversifica sus esquemas. La labor pedagógica va orientada en términos de “ayuda” y “provocar el desequilibrio” que genere la duda metódica y una verdadera construcción del conocimiento.

     Aunque el dilema continúe, es importante para el docente plantearse cuál es la estrategia metodológica más oportuna según la ocasión, dependiendo por ejemplo de si se desea desarrollar una memoria comprensiva o una memoria mecánica y que la actividad no se convierta en un abuso del libro y los cuestionarios como se comentó en clase.

Organización de la enseñanza desde el constructivismo
     Básicamente, los contenidos se pueden aprender de forma mecánica o en forma significativa. Los niveles hacia los que se orienta el aprendizaje pueden ser de contenidos específicos (disciplinas y tópicos en estas) y normas, valores, actitudes que normalmente se suelen incluir conceptualmente dentro del currículum oculto.

     El aprendizaje significativo apunta al logro de la autonomía en los alumnos, valora lo emocional y lo intelectual y en la práctica se da muchas veces una paradoja cuando las instituciones acompañan el modelo con un manejo autoritario u vertical cayendo incluso en el doble discurso. Es por ello que al buscar la autonomía se debe pensar más en promover un modelo participativo y democrático que permita construir. En ese sentido la autonomía no está peleada con las estrategias didácticas adecuadas.

    En este marco, las estrategias didácticas deben ser dirigidas al cambio conceptual, normalmente la acción pedagógica va enfatizada a facilitar estos cambios entre las teorías, operaciones y las relaciones establecidas por el alumno.

    El conflicto cognitivo se demarca por la movilización del sujeto y la necesidad de establecer un orden práctico momentáneo, la generación de esos conflictos conceptuales y contradicciones gestionan la solidez y permiten que el estudiante readecue las estructuras mentales anteriores, las confronte y genere alguna situación que conlleva un aprendizaje, inclusive del error cometido.

    Para Sanjurgo (2006), el conflicto cognitivo es necesario, en ese entendido: “es necesario que el alumno tome conciencia del mismo, es decir que logre convertir las teorías implícitas en explícitas”. Lo que se persigue confrontando a los alumnos a un conflicto cognitivo es que logren desarrollar capacidades constructivas en un proceso bien definido y delineado por Aebli donde se rescata la explicación, la elaboración, la interpretación, la comparación, la relación, la ejercitación y la aplicación.

Fases del método y contenidos de aprendizaje
     Se persigue la utilización creativa y adecuada del contexto al sujeto que aprende el objeto de conocimiento, la construcción se da sobre situaciones problemáticas significativas, esto implica que el concepto pueda ser integrado oportunamente a una superred del conocimiento. Para que el aprendizaje se afiance es necesario en primer lugar que se interrelacione con los aprendizajes que tiene el sujeto.

     La posibilidad de establecer mayores relaciones dependerá de la instrumentación didáctica y los materiales que se utilicen. En el proceso de elaboración la materia debe ser fijada, se llevan a cabo reestructuraciones y se busca la movilidad, flexibilidad y sistematización del pensamiento. La movilidad permite revisar los esquemas personales y superar la visión unilateral.

    En general, estas etapas posibilitan la adquisición de nuevos conocimientos. Fundamental resulta entonces que el docente dedique una labor comprometida y oportuna de planificación de su clase.

    Errores comunes son por ejemplo: cuando se ha confrontado al alumno a un material o recurso específico y el alumno manifiesta que no ha entendido, el insistir con el mismo recurso didáctico. El docente debe aportar la suficiente movilidad de pensamiento para no caer en la elaboración memorística y mecánica.

    Según Sanjurgo (2006): “El ejercicio sin la construcción y la elaboración automatiza, desarrolla sólo la memoria mecánica a partir de la cual los conocimientos se vuelven lábiles y rígidos, pero el ejercicio después de la construcción y la elaboración consolida y da consistencia”

     La ejercitación entonces se considera pieza fundamental en el proceso de enseñanza constructivista, sin embargo Sanjurgo (2006), señala que “la ejercitación sin previa comprensión provoca apatía; previa motivación y comprensión de la situación total y de sus posibles aplicaciones produce placer y libertad interior”

     Como se mencionó anteriormente, se rescata el valor del error como elemento de valor pedagógico y que ayuda a articular el trabajo y las necesidades del alumno y del grupo en cuestión. Para ayudar a la construcción de los aprendizajes de debe buscar el uso de la memoria comprensiva, fundamentada con las construcciones de las etapas anteriores.

    Sanjurgo (2006), rescata en ese entendido que “ganando un nuevo contenido que ha sido aprendido constructivamente, éste se transforma en un instrumento para el dominio de nuevos problemas”.

    Importante es recordar que dentro de la misión prioritaria de la educación está el acrecentar el capital cultural de los sujetos y una vez que se consigue que el sujeto adquiera autonomía básicamente el individuo está mejor preparado para enfrentarse a las situaciones cotidianas y sobretodo, será capaz de seguirse educando pues posee mayores instrumentos de pensamiento.

    En ese sentido, son válidas las palabras de Aebli(1988), citado por Sanjurgo (2006): “La escuela debe acrecentar el repertorio mental que capacita para actuar y pensar, para ver y contemplar”  una adecuada estrategia didáctica permitirá el realce de los rasgos estructurales de las nuevas situaciones a las que se confronta al alumno.

     La labor docente adquiere relevancia en la propuesta de situaciones significativas como ejercicios, actividades interesantes y variadas que incentiven la imaginación y la creación autónoma en el individuo.

    En la fase de aplicación, se da una visión retrospectiva de los aprendizajes asimilados y los procesos interiorizados. Como conjunto cada una de las etapas busca que el aprendizaje de las etapas anteriores sea aprendido y asimilado.


Referencia bibliográfica
-Sanjurgo, Lilliana Olga. (2006). Aprendizaje significativo y enseñanza en los niveles medio y superior. Argentina: Homo Sapiens Ediciones.

FALA




lunes, 17 de diciembre de 2012

Fundamentos, aportes y límites del conductismo.



    Desde Comenio y Rousseau se concibe una enseñanza de índole sensual-empirista, predominantemente marcada por el positivismo, desde esa perspectiva el alumno es una tabla rasa cuyo único rasgo distintivo son la sensibilidad y la capacidad para recibir impresiones y la aptitud para extraer información.

    La aptitud se tiene desde el nacimiento del individuo, el modelo explicativo se basa en el condicionamiento y la repetición mecánica que posibilita la asociación entre el estímulo presentado por el docente y la respuesta del alumno.

    Bajo la perspectiva de los estímulos comunes, todos pueden resolver la misma actividad, del mismo modo, en el mismo tiempo, sin importar conocimientos previos, desarrollo de la inteligencia y rasgos sociales y culturales.

    El conductismo se fortalece básicamente a partir de tres corrientes filosóficas: el positivismo, donde sólo se contempla aquello que puede ser observado y comprobado empíricamente y cuyo único criterio válido para evaluar será el resultado correcto; el pragmatismo que surge como oposición al racionalismo y cuyo postulado es lo verdadero es útil y por tanto lo útil es verdadero; el evolucionismo darwiniano por su parte, asume al sujeto como un organismo más en la escala biológica.

    El conductismo funda la enseñanza en la presentación reiterada de contenidos, en la eliminación del error y la fijación del acierto, reduce asimismo el objeto de conocimiento a lo observable.

    En ese sentido el conductismo los conocimientos válidos aquellos observables por el docente, en la práctica profesional, implica cierto grado de eficacia aunque sea discutible el alcance real y la calidad de la enseñanza brindada. El conductismo se maneja sobre todo en teorías infantiles, aprendizaje de operaciones aritméticas, procesos históricos en busca de favorecer el cambio de actitudes.

    John Watson propuso el E-R (Estímulo-Respuesta) como modelo de la conexión nerviosa producida por el arco reflejo. C.Hull replanteó el esquema de Watson con las variables intermedias (E-I-R) en un intento por explicar lo subjetivo. Más tarde Skinner plantea la existencia de una caja negra, para favorecer el modelo E-R. Lashley investigó además aspectos neurofisiológicos relacionados al E-R.

    El conductismo se presenta como un programa de apariencia neutra: dado un estímulo determinado es posible predecir la respuesta. El conductismo y el neoconductismo desarrollan varios rasgos característicos a saber:

1) Asociacionismo
2) Correspondencia entre aprendizaje y realidad externa.
3) Ambientalismo
4) Pasividad del organismo
5) Equipotencialidad de los estímulos
6) Equivalencias de estímulos, mecanismos asociativos y entre todos los organismos de la misma especie.

    El positivismo retoma aportes de Locke, Berkeley y Hume. Desde esta perspectiva el sujeto y el objeto ceden su lugar a los hechos. Es decir los fenómenos deben ser registrados, descritos y cuantificados.

    El asocianismo nace con Aristóteles, D.Hume propone que el conocimiento se alcanza mediante la asociación de ideas. La correspondencia entre aprendizaje y realidad externa supone de forma implícita la negación de los procesos mentales. El ambientalismo no constituye un supuesto necesario para el conductismo, pero genera otros rasgos distintivos como la pasividad del organismo y la limitación de respuesta a las contingencias ambientales.

    La equipotencialidad establece que los estímulos producen idénticos efectos en diferentes ambientes y especies. La única forma de aprender sería la asociación.

    En ese sentido, toda conducta se reduce a una serie de asociaciones que son estímulos y respuestas, los principios o rasgos operan como supuestos teóricos y epistemológicos que podrían obstaculizar, dificultar o imposibilitar del todo la construcción del conocimiento.

Referencias bibliográficas
-Boggino, Norberto, (2007). El constructivismo entra en el aula: didáctica constructivista. Enseñanza por áreas. Problemas actuales. Argentina, Homo Sapiens Ediciones.
-Boggino, Norberto, (2007). Aprendizaje y nuevas perspectivas didácticas en el aula. Argentina, Homo Sapiens Ediciones.

FALA

domingo, 9 de diciembre de 2012

Diccionario


Durante el curso FD-0548 reforzamos los conceptos teóricos con un diccionario, la idea primordial era en primera instancia redimensionar las ideas a partir de las nociones previas, seguidamente con el acercamiento a las lecturas del curso (esas dos partes se hicieron en físico, por medio de fichas) y finalmente ampliar los términos con consultas a páginas más especializadas.

El siguiente vínculo corresponde a la última parte del diccionario:


miércoles, 5 de diciembre de 2012

Conceptualización de la Didáctica.



"De veras, hijo
ya todas las estrellas han partido.
Pero nunca se pone más oscuro
que cuando va a amanecer"

-Isaac Felipe Azofeifa

    Crear una conceptualización de Didáctica presenta problemas en cuanto a definición respecta, al hecho de ser una ciencia considerara como joven y poseer tal vez un menor arraigo que otras disciplinas, en las que el concepto se ha depurado y existe consenso en cuanto a definición.

   Dentro de la problemática para llegar a un estándar sobre el término “Didáctica” existen diferencias sustanciales entre las definiciones, parámetros y asimilación de conceptos asociados o conexos. Es por ello que buscando un primer acercamiento al término, la interpretación histórica se presenta como un recurso pertinente para entender el estatus actual de la Didáctica a partir de su proceso evolutivo.

    Enseñar y aprender se presentan como dos rasgos humanos de la Didáctica, de acuerdo con Rosales (1988), la Didáctica permite conocer mejor la propia naturaleza y el entorno social-natural. Asimismo, entran en juego necesidades sociales como lo son el enseñar, el saber y el aprender. La comprensión global hacia el término Didáctica ha evolucionado en lo que respecta a tiempo y contexto, de modo que tal vez debamos referirnos a las “concepciones” de Didáctica en determinados momentos históricos o temporales.

    La evolución espiral de la Didáctica planteada por Torre (1993) establece siete categorías, donde los cambios de una fase hacia otra son regulares, a saber tenemos:

1) Fase preartesanal: se maneja en términos de la transmisión de saberes, aunque no se presenta de facto la figura del docente ni del discente, se asimilan a los depositarios temporales de la tradición y la cultura, que necesariamente la pasan a las generaciones siguientes quienes reproducen el esquema.

2) Fase artesanal: con el alcance de la experticia, se valora el conocimiento y se le da el realce de virtud o calidad moral, es una fase de auge, bajo esta fase “no hay hombres malos, simplemente ignorantes”. La enseñanza se apoyaba más en las experiencias personales y el discente se valora por su intelecto. De aquí deriva el modelo “tradicional” que heredó Roma y el mundo medieval a través de la escolástica.

3) Fase metódica o instrumentadora: se da a finales del siglo XVI y durante el XVII gracias al humanismo renacentista. La principal preocupación desde el punto de vista didáctico consiste en la manera en que los conocimientos se transmiten con el fin de formar al hombre.

    Luis Vives (primera mitad del siglo XVI) sugiere en su “Tratado de la enseñanza”  que hay tres partes para la Didáctica a) la cultura, b) el arte de enseñar y c) las cualidades del maestro. Otros tal vez más pretenciosos como Comenio (1657) habrían definido Didáctica sin la mayor profundidad y en el sentido de una panacea educativa: “[Didáctica es] un artificio universal para enseñar todo a todos”. A partir de esta fase se le da más valor a la instrucción.

4) Fase filosófica: con la Ilustración se da la universalización de la cultura y la instrucción se considera como medio de elevación moral. Asimismo, se le concede importancia al aspecto científico y técnico de la Didáctica con el establecimiento de la experimentación y del método didáctico.

     De esta fase se rescatan obras como “Emilio o de la Educación” de Rousseau (1762), obra que establece la necesidad de conocer más y mejor al alumno. Se establece la necesidad para el docente de estimular la curiosidad innata del niño a través de la experiencia directa con la realidad.

    También se menciona a Herbart como uno de los fundamentadores científicos de la Didáctica. Willmann, discípulo de Herbart es considerado como el autor del concepto científico de Didáctica.

5) Fase aplicativa: con la industrialización hacia el inicio del Siglo XX, el interés  didáctico se enfoca hacia el alumno. Se consolidan también los principios de la individualización, la socialización, la globalización y la renovación metodológica por métodos varios.

6) Fase explicativa y normativa: gracias a los avances en otras ciencias como la psicología, la Didáctica se convierte en punto de encuentro entre disciplinas a fin de lograr modelos para tener eficacia en el aprendizaje y en lo que respecta a las metodologías de investigación. Se plantean áreas de interés como la formación de los profesores, la didáctica diferencial y especial, la tecnología educativa y la organización escolar.

7) Fase epistémica o paradigmas de racionalidad: se busca entender, explicar e interpretar la realidad de la Didáctica actual, así como el disponer de guías esclarecedoras para la acción  didáctica.

    Para muchos, lo que se entiende actualmente por Didáctica se construye por otros procedimientos aparte de la revisión histórica, por ejemplo es común recurrir al análisis etimológico y analizar las definiciones brindadas por otros autores.

    Dentro del análisis etimológico, la Didáctica tiene que ver con la enseñanza, cualquier definición estará marcada por distintos matices y un contexto. De modo que la definición actual no necesariamente va a ser fiel a la concepción original. En general, “lo didáctico” está relacionado con la intencionalidad, la calidad y la actividad a enseñar.

    Las definiciones que brindan los autores tienen un contexto específico bajo el cual fueron enunciadas, o entre sí tal vez se constate una descontextualización. Aunado a esta situación, encontramos niveles de abstracción distintos (profundidad), rigidez o flexibilidad, una línea de pensamiento específico que nos llevaría a pensar en la posibilidad de taxonomías y clasificaciones de acuerdo a los elementos que se rescatan en la definición de Didáctica.

    Es constatable que ordenadas cronológicamente, las definiciones de los autores de los años 40 a los años 60, no mencionan directamente al alumno, más aún, no se maneja la Didáctica sino como un objetivo y un fin. Durante estos años, tampoco se le asigna el calificativo de “ciencia” sino que se le relega a “auxiliar” o “rama de”.

    Un mismo autor como es el caso de Fernández Huerta logra redefinir su propia concepción de Didáctica a través de los años, sin embargo los cambios de fondo se darán lentamente. Aunque no se trate de llegar a un consenso y no necesariamente la opinión de una mayoría, sea lo más adecuado desde la perspectiva didáctica, se tiene que:

-La Didáctica como contenido es vista mayoritariamente como proceso y enseñanza.
-Desde el análisis epistemológico, pareciera haber un acuerdo en considerarla como ciencia
-Como parte de la delimitación disciplinar, mayoritariamente se le considera como una disciplina pedagógica
-Al analizar la finalidad, los resultados parecieran apuntar hacia la formación y la instrucción.

    La enseñanza por su parte ha sido considerada en sus primeros acercamientos como “transmisión de informaciones” a “transmisión de cultura” según (Ferrández, 1986) más aún, el discente se convierte en un actor social, un ente activo y factor de cambio lejos de una postura que en esencia marcaba el protagonismo exclusivo del docente.

    Fernández Huerta (1960) el polo fundamental de la Didáctica es el aprendizaje. Para (Ferrández, 1986) la enseñanza-aprendizaje no sólo se tratan de polos diametralmente opuestos y exclusivos dentro de la Didáctica sino que por el contrario, entran en juego parámetros personales de interpretación. Enseñar en un contexto más amplio se codea con el acto didáctico, que para Fernández Huerta involucra cinco dimensiones esenciales:
1) Un ser que enseña
2) Un ser al que se enseña o se muestra
3) Un objeto enseñable
4) Un mediador de la enseñanza
5) Un acto enseñante

    Ferrández engloba dichas dimensiones en variables nucleares y variables endógenas o exógenas (donde las primeras involucran la realidad escolar concreta y las segundas el entorno social del acto didáctico).

De este análisis se resaltan varias consecuencias positivas:
a) El profesor ya no es el único protagonista
b) La perspectiva didáctica se entiende necesariamente poniendo la enseñanza  relacionada con el aprendizaje

    Se rescatan una serie de características sobre la enseñanza didáctica, que autores como Titone definen como: “todo proceso comunicativo con finalidad perfectiva y realizado en situación controlada e institucional…” Por su parte, Stenhouse la entiende como: “aquellas estrategias que adopta la escuela para cumplir con su responsabilidad”.

    Benedito exalta de la enseñanza la presentación eficiente y clarificadora que facilita el perfeccionamiento individual. Para Zabala , la enseñanza radica en proceso y resultado con profesor y alumno como participantes activos del proceso.

   Zabala  destaca la enseñanza como proceso y resultado donde la participación del docente y el alumno es conjunta. Por su parte Medina hace referencia a la enseñanza como una actividad intencional y sociocomunicativa. Contreras maneja el objeto de estudio de la Didáctica incluyendo la enseñanza-aprendizaje dentro de aquellas actividades y estrategias encaminadas a generar el aprendizaje.

    Pérez Gómez habla de la óptica de los cambios, en el entendido del aprendizaje como un proceso de transformación permanente. Marcelo Estebaranz se refiere más bien a la comunicación intencional organizada y a la creación de un ambiente propicio para el compartir los conocimientos y las experiencias personales.

   Para Mallart, la enseñanza es una actividad humana intencional, con cierto grado de indeterminación, e influenciada por intenciones, aspiraciones y creencias de las personas.

    La enseñanza didáctica se concibe como intencional, sistemática, contextualizada y compleja.

    Se habla de intencional y sistemática en tanto tiene por meta inducir al aprendizaje y lleva en si la finalidad educativa. La intencionalidad está situada en el contexto específico del acto didáctico y la aporta el docente de acuerdo a la lectura que realiza de contexto y sus propias creencias y competencias pedagógicas.

   La contextualización del acto didáctico se produce dentro de un espacio social y en una relación social. Para Tikunoff, el paradigma ecológico que se desarrolla básicamente en el aula, establece una serie de consideraciones situacionales, experienciales y comunicativas.

   La complejidad radica en las extensiones semánticas del término de acuerdo a la diversidad de enfoques comunicativos. Zabala  destaca cinco etapas de enriquecimiento semántico didáctico del concepto:

1) Transmitir la información o conocimientos
2) Condicionamiento
3) Dirección del aprendizaje
4) Orientación del aprendizaje
5) Articulación de la experiencia extra e intraescolar

Por su parte, Fernández Huerta resalta tres concepciones sobre la enseñanza:

1) Dimensión educativa, la cual consiste en la formulación de normas de comportamiento atentivo orientado al aprendizaje. La dimensión educativa es considerada como sistemática, tecnológica y contrastable con la realidad. La dimensión educativa conlleva a plantearse la complejidad del medio cultural, el físico, el medio social y el medio formativo o axiológico del alumno.

2) Dimensión repetitiva,  para muchos esta dimensión está vinculada a la voluntad de aprender y aumentar el rigor del aprendizaje lo cual sólo podría alcanzarse con suficiente motivación.

3) La presión, se refiere al producto social que se ejerce en el ámbito institucional. Las limitaciones provienen tanto de la legislación como del control administrativo, lo que resta autonomía.

    El aprendizaje no siempre es objeto directo de la Didáctica, conceptualmente el aprendizaje se presenta como una acción de adquisición dependiente de la teoría en que se sustenta.

Para Fernández Huerta el aprendizaje se describe como:

a) Modificación o cambio duradero de la conducta
b) De las disposiciones o aptitudes individuales
c) Cambio variación, extinción de respuestas o comportamientos
d) Se produce gracias a la práctica intencional y reforzada
e) Un contenido que puede ser integrado
Mattos por su cuenta, propone el aprendizaje como:

a) Un modificador de la conducta anterior del alumno
b) Promover la formación de nuevas actitudes
c) Enriquecedor de la personalidad y mejorador de los recursos del pensamiento.

Para Scurati (referenciado por Zabala ) el aprendizaje incluye:
a) adquirir informaciones y conocimientos
b) modificar las actitudes
c) enriquecer las propias perspectivas existenciales y las capacidades operativas.

    Ferrández lo plantea como un proceso provocador de un cambio cualitativo/cuantitativo en la conducta del sujeto. Para Pla, se trata de un proceso por el cual un organismo modifica su comportamiento como resultado de la experiencia.

    Para Zabala  la acción involucra el comportamiento y el pensamiento. Se trata de un proceso donde participan docente y discente, dirigido tanto a cubrir las necesidades personales y las convenciones sociales. Ferrández complementa la idea refiriéndose a una situación materialmente apta, una actividad meramente intencional y apunta a la necesidad de motivación para lograr un aprendizaje integrado que contemple las actitudes, aptitudes, creencias y hábitos.

    En resumen, el cambio formativo en el aprendizaje se logra cuando se afecta la dimensión cognitiva, afectiva y conativa. Debe ser tarea del alumno y profesor, se desarrolla a lo largo de la vida y se busca que tenga la naturaleza innovadora para favorecer el aprendizaje real.

    Desde la perspectiva de Zabala , el aprendizaje es complejo y meditado. Filtra estímulos, organiza, procesos y contenidos, habilidades  para su asimilación.

    Para Scurati, el docente interviene en el aprendizaje del alumno con su propia personalidad de base, su madurez mental e intelectual, la percepción en valores, perspectiva filosófica, competencia específica y el ejercicio de autoridad. De este modo que el aprendizaje del alumno será más provechoso cuanto más apropiados y controlados sean los comportamientos del profesor.   

    La actividad instructiva se plantea como objetivo de la Didáctica, la síntesis del proceso de enseñanza-aprendizaje desemboca en la instrucción o la personalización de los contenidos didácticos.

   Para Titone la instrucción radica en la formación interior de la mente, no se trata de la acumulación de saberes, sino de la formación de estructuras mentales, Titone propone la asimilación cultural en forma y contenido para una enseñanza con efecto.

    Fernández Huerta propone construir estructuras culturales e integrarlas. Torre por su parte se refiere a perfeccionar las facultades mediante la enseñanza.

    La instrucción delimita la enseñanza y el aprendizaje que es objeto de la Didáctica y a su vez prolonga la acción del docente en el sujeto insustituible.

Fernández Huerta propone una serie de relaciones que pueden producirse:
a) El suprasistema engloba la enseñanza, el contexto, al sistema educativo y al alumno.
b) El alumno aprende el contexto en forma sistemática y en forma no planificada por inmersión, sin voluntariedad.
c) El alumno aprende de forma sistematizada
d) No todo lo enseñado es aprendido
e) Si la instrucción se posibilita, es gracias a la capacidad de aprendizaje del alumno
f) Una menor o mayor instrucción dependerá del grado de involucramiento entre enseñanza y contexto.
g) La instrucción se conforma a partir de las capacidades de aprendizaje, enseñanza, contexto, el sistema educativo y el sistema social.
h) Las zonas formal y no formal pueden ser intercambiables e inclusoras.

    Con respecto a la formación, vale la pena observar que lo didáctico no se define como algo puramente técnico sino también como axiológico. En ese sentido la Didáctica no puede generalizarse a un conjunto de prescripciones pues perdería su naturaleza pedagógica, para Zabala  la formación se presenta como el proceso de desarrollo humano que logra la plenitud personal.

    Ferrández y Sarramona se refieren a la permanencia de la instrucción en un nivel intelectual, en ese sentido el proceso formativo se entiende por una intencionalidad perfectiva. Para Ferrández la formación sería instrucción sedimentada, por tanto la Didáctica debe generar estructuras que permitan la articulación y optimicen los procesos de desarrollo de los alumnos.

    Finalmente, la Didáctica se presenta como complementaria y establece relaciones en torno a la escuela-sociedad-instrucción, al respecto Zabala  señala que el discurso didáctico plantea la acción formativa escolar y debe servir no sólo para lo que quiere la sociedad sino para el desarrollo integral de los sujetos.

Referencias bibliográficas
-Tejada, José. (2005). Didáctica –Currículum. Diseño, desarrollo y evaluación curricular. Barcelona, Editorial Davinci.
-Torres, Hernán y Girón, Delia. (2002). Didáctica general. Impresora Obando, Costa Rica.

FALA