miércoles, 30 de octubre de 2013

Diferencias individuales, inclusión y necesidades especiales (memoria, discalculia, dislexia).


Posibles problemas.
• Dislexia (escritura)
• Discalculia (matemática)
• Tartamudez (expresión oral, todas las materias, idiomas)
• Problemas de memoria (todas las materias)
• Problemas de lenguaje (español, idiomas, todas las materias)
• Debilidad visual (todas las materias)
• Debilidad auditiva (todas las materias)

Discapacidad de aprendizaje 
La discapacidad de aprendizaje es aquella en la que el individuo posee una inteligencia dentro de la media, pero cuyo rendimiento académico se muestra significativamente retrasado. (Deutsch, 2003. p, 134)

Características clave de las definiciones de las discapacidades de aprendizaje  (Deutsch, 2003. p, 139)

Los niveles de inteligencia están dentro de lo normal.

Una discrepancia significativa entre el rendimiento académico y el potencial esperado.

No ha sido causado por otros factores, tales como las diferencias culturales, las oportunidades educativas, la pobreza u otras discapacidades: la cláusula de exclusión.

Se manifiesta en áreas relacionadas con el lenguaje, tales como la comunicación, el lenguaje escrito o la lectura.

Problemas intrínsecos al individuo que comprenden el sistema nervioso central, déficits específicos en el procesamiento de la información o la capacidad para aprender.

Los problemas de aprendizaje específicos y confinados a una o dos áreas cognitivas.

Dislexia: Capacidad de leer muy dañada; ausada probablemente por una disfunción en el sistema nervioso central. (Deutsch, 2003. p, 137)

Disgrafía: capacidad de escribir severamente dañada; causada probablemente por una disfunción en el sistema nervioso central. (Deutsch, 2003. p, 140)

Discalculia: Capacidad de calcular o desarrollar funciones matemáticas severamente dañada; causada probablemente por una disfunción en el sistema nervioso central. (Deutsch, 2003. p, 140)

Hiperactividad: Capacidad dañada para sentarse o concentrarse durante largos periodos de tiempo. (Deutsch, 2003. p, 141)

Impulsividad: Capacidad dañada para controlar la conducta propia. (Deutsch, 2003. p, 141)

Lateralidad: preferencia en el uso, bien del lado derecho del cuerpo o del izquierdo, en las respuestas motoras del individuo. Algunos expertos creen que el dominio mixto o la confusión lateral se asocia con una pobre actuación lectora (Deutsch, 2003. p, 142)

Discapacidad del habla y del lenguaje 

Área Habla - Lenguaje 

Características 

Habla

Comete errores inapropiados para su edad de manera consecuente.
Muestra interrupciones en la fluidez o ritmo del discurso (repeticiones, prolongaciones, entre otras)

Tiene una baja calidad de voz o muestra un tono inapropiado.

El tono es excesivamente grave o agudo.

Lenguaje
Es incapaz de seguir instrucciones verbales
Es incapaz de aunar letras y sonidos
Utiliza un vocabulario inadecuado
Demuestra una formación de conceptos pobre
Tiene dificultades para expresar mensajes o conversar con otros
Tiene dificultades para expresar necesidades personales

Distinción entre discapacidades del lenguaje y diferencias de lenguaje
Discapacidades de lenguaje Diferencias en el lenguaje
Muestra problemas en la comprensión y expresión de mensajes orales. Posee acento y/o  uso de un dialecto le impide comunicarse adecuadamente.
Tiene limitada su capacidad para interpretar las claves no verbales. Utiliza e interpreta claves no verbales (expresión facial, los gestos, la proximidad física o postura)que afectan la comunicación.

Tiene dificultades para comunicarse con los miembros de su propio entorno cultural. Utiliza el lenguaje en forma eficaz para comunicarse con los miembros de su propio grupo cultural.

Tiene dificultades para comprender y formar estructuras gramaticales. Tiene las mismas habilidades cognitivas que el resto de sus compañeros para aprender la lengua.

Presenta una incapacidad para responder a las expectativas que el centro educativo tiene sobre el desarrollo de su lenguaje. En casa emplea una lengua que no responde a las expectativas que se tienen en la escuela.

Según Zina Yzquierdo McLean, Departamento de Educación Especial, Universidad de Vanderbilt, 1999.  (Deutsch, 2003. p, 104)

Discapacidad
Habla Déficit de la producción del lenguaje oral.

Voz Problemas en la producción de lenguaje oral, que tienen que ver con el tono, el volumen y/o la resonancia de la voz.

Articulación Producción anormal de los sonidos.

Fluidez Interrupción brusca del ritmo o la tasa de producción de las palabras en una frase.

Lenguaje Desarrollo retrasado o desviado de la comprensión y del uso de los símbolos que sirven para expresar o recibir ideas, tanto orales como escritas.

Forma Déficit en el uso de las reglas que guían el lenguaje, las estructuras lingüísticas, las formas verbales y otros elementos que proporcionan el significado del mensaje.

Contenido Incapacidad para comprender o transmitir correctamente el mensaje, las palabras o las frases.

Uso Incapacidad para utilizar el lenguaje apropiado en cada contexto social
 (Deutsch, 2003. p, 203)


La dislexia
Las principales disfuncionalidades que se constatan están: confusión e inversión de letras los cuales no tienen un significado patológico según H. Ouillon en(Boltanski 1977, p 314), confusión en la configuración espacial de las palabras y cambio por letras vecinas como son el caso de “m” y “n”; “d” y “b”, “b”, “q” y “p”, “n” y “u”.

Además puede darse el cambio silábico, por ejemplo: “pre” y “per”, letras o sílabas que se saltan en una palabra: “Pasear”, “pasra”, “amar”, “anar” incluso errores de tipo fonético en la diferenciación de sonidos cercanos f y v, t y d, o sonidos complejos.

La persona tiene dificultad y alcanza a elegir el sonido correcto, en ocasiones remplaza o elimina del todo palabras dependiendo del contexto,  de forma tal que las palabras y las frases se convierten en algo incomprensible.

A estas dificultades podemos agregar las dificultades propias de cada lengua, su escritura y su ortografía además de formas irregulares y excepciones. En ese sentido el aprendizaje de la ortografía va ligado al aprendizaje de la lectura.

Un punto de confluencia en los errores se da cuando coinciden inversiones, confusión de la idea, faltas ortográficas propiamente, faltas gramaticales, faltas de uso y de contexto, errores de división silábica, confusión de homófonos y otros que se manifiestan en los dictados y redacciones.

Las deficiencias en la lectura se demarcan y muchas veces se alude a una dislexia sin que haya existido un diagnóstico médico o una valoración de por medio. Dislexia viene del la etimología griega dis (que significa difícil) y lexis (que significa palabra), la dislexia viene acompañada de la disortografía “ortho” (derecho, bien), graphein ( escritura) y se considera esencialmente un problema de la etapa escolar incial e intermedia.

Según este autor, cerca del 85 por ciento de los niños (entre 5 y 6 años) llegan a leer sin dificultad independientemente del método que se aplique, los demás no llegan a hacerlo o lo hacen con muchas dificultades en los dos o tres años siguientes. La lectura que llegan a desarrollar es muy lenta y cortada en esencia por un coeficiente que puede ser más bajo, debilidades visuales no detectadas, o casos donde por enfermedad la asistencia a la escuela fue muy irregular, el cambio constante de método pedagógico es también contraproducente en el estudiante y frustra los intentos y la motivación que este tiene por descubrir el mundo.

Métodos de reeducación
Al hablar de dislexia se habla de falta de aptitud para, la forma de trabajar es decodificando el lenguaje de manera progresiva con automatismos y entrenamientos que lleven al disléxico a hacer las cosas por defecto.

Antes de empezar con cualquier tarea de reeducación hay que explicarle a la persona que si la lectura le es difícil no es directamente su culpa y motivarlo con que haciendo los ejercicios podrá leer y expresar como los demás.

Los padres deben colaborar en forma conjunta en el hogar, sin esperar progresos espectaculares de la noche a la mañana es un trabajo a largo plazo y se solicitará a los docentes su colaboración.

El estudiante debe afrontar el compromiso de superar su dislexia, el reeducador o reeducadora deben saber que no hay posibilidad de éxito si el estudiante no actúa en completa libertad y con disposición.

Este trabajo de motivación debe ser retomado constantemente en el proceso, se valorarán los avances y se motiva al estudiante a continuar. Los medios por utilizar varían pero el enfoque pedagógico a seguir es multisensorial, simplificado e individual.

El estudiante con dislexia es incapaz de aprender a leer a partir de vista y oído como los demás, debe crear conexiones entre los signos escritos y el lenguaje hablado, estas asociaciones sólo son posibles si se hecha mano de todos los recursos y sentidos existentes.

Se habla de nemotécnicos y juegos de estimulación, la idea es no limitarse al oído y la vista.

En primera instancia se comenzará por la distinción de las letras confundidas  “m” y “n”; “d” y “b”, “b”, “q” y “p”, “n” y “u” primero en mayúsculas y con colores distintos, se jugará con la forma de la grafía y rasgos que el estudiante pueda asimilar como “la  b está embarazada y la m tiene tres patas”, se trabaja la pronunciación detallada y reiterada de cada letra, remarcando la posición de los labios, el sonido que hacen y se invita al estudiante a pronunciar y sentir las letras. 

También se marcan las letras en papeles de diferentes texturas y colores para que el estudiante las recorte, acto seguido se invita a identificar cada una por su pronunciación, la vibración de las cuerdas vocales, a separarlas según la posición de los labios y a diferenciarlas. Luego se pide al estudiante que reconozca las palabras donde se encuentran esas letras de entre varios grupos de palabras.

La idea de este tipo de ejercicios es reforzar los mecanismos de lectoescritura, para evitar los choques antes de la adquisición de automatismos la enseñanza debe simplificarse al máximo, primero será el estudio de letras, luego de sílabas, después palabras y finalmente las frases simples.

El desarrollo de estas sesiones supone un clima de confianza, ningún objeto debe recordar el salón de clases para evitar el rechazo escolar, sin libros, sin cuadernos, sin pupitres, además hay que recordar que el trabajo es individual.
Se omitirá toda regla gramatical para alcanzar el automatismo por etapas y sin presión. La enseñanza de reeducación buscará facilitar la corrección , a diferencia de las clases tradicionales o las clases de reforzamiento, donde se mezclan alumnos de varias características.

En este proceso se desaconsejan las pruebas escritas en el sistema escolar, ya que estas sólo recrean un ambiente de tensión, fatiga y angustia inútiles para los fines que persigue la reeducación del alumno.

Algunos métodos reeducativos para la dislexia:

Método Borel-Maisonny: consiste en darle poca importancia a la escritura en un principio, se privilegia la base fonética y se pone atención a los gestos para la posterior asociación signo-escrito-sonido (pronunciación)

La reeducación empieza por la identificación del sonido de todas las letras, las vocales normalmente se escriben con rojo y las consonantes en azul. Si existen confusiones hay ejercicios particulares de seriación consonante-vocal donde se colocan frente a frente, una vez superada esa etapa se pasa a la seriación de tres letras conservando la misma  vocal al final cla, fra,gra,pra …  además de insistir con juegos de lectura que involucren diptongos y terminaciones similares.

Método Claude Chassagny: este método contrariamente al anterior, privilegia lo escrito en un principio y aborda la escritura desde un acercamiento fonético, el reeducador crea el nexo entre lo oral y lo escrito, invitándolo a expresarse y recrear un lenguaje interior, que responda a su propia lingüística.


Bibliografía
Deutsch Smith, Deborah (2003) Bases Psicopedagógicas de la Educación Especial. Pearson Educación S.A. Madrid: España

Boltanski, Etienne (1977) L’enfance handicapée. Privat. Toulousse: France.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Retos del contexto escolar

Concepciones Diversas (III Parte)


Educador: Alejandro León Avelar





     La sana convivencia en el contexto escolar supone una revaloración de los alcances disciplinarios y de los procesos de socialización que intervienen en el contexto escolar y fuera de él. La disciplina se ha confundido tradicionalmente con el acatamiento de reglas y el sometimiento del estudiante a las indicaciones lineales del profesor, de esta forma alguien callado y obediente suele o solía ser considerado el obediente o disciplinado de la clase. Sin embargo habría que cuestionarse en la práctica si realmente este alumno dócil o pasivo es sinónimo de disciplina o si por el contrario, existen límites que pueden o no ser inculcados desde antes en la misma familia y la sociedad.

     Muchos padres de familia se preguntan por qué los hijos hacen lo que quieren y en ese contexto de responsabilidades compartidas, lo más fácil es echarle la culpa a la institución educativa y a los docentes, sin contemplar que ellos los dejan hacer en el hogar, que no suele haber consecuencias de un mal comportamiento, suele haber una gratificación hacia las conductas de los hijos, se les da todo a cambio de nada y primordialmente no se les enseña la diferencia entre derechos, privilegios y responsabilidades, no sería sensato dejar toda la responsabilidad a la familia, pero sí es cierto que esta tiene un impacto considerable en la formación de los hijos.

     Ante este panorama, pareciera normal la falta de control del docente sobre el grupo y el manejo de límites sean dos de los temas que más inquietan a los educadores. Se genera en el contexto áulico una cierta frustración primordialmente porque no existe un contrato de aprendizaje previo en el que alumnos y el docente se ponen de acuerdo sobre los compromisos a cumplir por ambas partes y cuál será el ambiente que favorecerá el desarrollo de las actividades, ni existe una preocupación hacia la formación integral de los estudiantes, en múltiples ocasiones se espera que el estudiante sea un receptor pasivo de informaciones cuando este ni siquiera tiene en claro cuál es el objetivo de la dinámica que está ejecutándose. Si estas situaciones descontextualizadas se plantearan en términos de una destreza grupal que se debe alcanzar y los estudiantes son involucrados en el proceso podríamos pensar en una disminución significativa en los casos de indisciplina y eventualmente, en que el docente podría canalizar mejor las energías en la resolución de conflictos específicos que se dieran en el interior del grupo o entre pares.

     Hablar de indisciplina y convivencia nos conduce al segundo punto medular de esta síntesis, el fenómeno bullying que consiste en intimidar y ejercer conductas agresivas sobre otras personas (esencialmente los pares) para dañar física o mentalmente a fin de ganar dominio o control sobre la otra persona. El bullying se ha practicado desde tiempos remotos, aunque la terminología viene de los años 70 en EEUU. No es exclusivo de ninguna edad aunque se privilegia en los años escolares. Dentro de los perfiles de agresores o víctimas no hay distinción entre hombres y mujeres. Una característica de este fenómeno es el silencio que guardan tanto víctimas como observadores, quienes temen que la agresión pueda darse en contra de ellos si intervienen en el conflicto o denuncian. 

     Una buena pregunta es si el bullying opera sólo de manera física, a lo cual deberíamos extender a dominios como el psicológico pasando por lo verbal o inclusive el cyberbullying con la expansión de las nuevas tecnologías. El fenómeno bullying hoy por hoy es una realidad social que sólo puede ser combatido si se educa para aprender a crecer en sociedad, con tolerancia y respeto a la diversidad. Educar en el contexto actual es un desafío pero ante todo una oportunidad única para autoridades escolares y padres de familia, no se trata de fisionar esfuerzos y actuar por separado sino de unificar acciones. Como docentes nuestra labor tiene muchos alcances que van desde el manejo de la frustración y fortalecer la comprensión y el autocontrol, pero cualquier esfuerzo da mejores resultados si se incluye a la familia.

     Es importante entonces que como docentes conozcamos los protocolos existentes en el Ministerio de Educación Pública para poder enfrentar los posibles casos de bullying y matonismo dentro de las aulas, los diversos niveles de intervención a saber: primaria, secundaria y terciaria, que llevarán implícitas acciones como informar y encargarse de cualquier suceso, diseñar estrategias y participar en la resolución de conflictos, fomentar el debate y la sensibilización entre el alumnado y la comunidad en general, además el docente debe incluir el tema del acoso como punto a tratar en reuniones, proponer técnicas y dedicarse a la supervisión y a la atención de víctimas.

     Otro aspecto a tomar en cuenta para los docentes es el saber qué tipo de recomendaciones dar a los padres de familia, como el demostrar amor a pesar de desaprobar la conducta pasiva del hijo o de la hija, el buscar apoyo en autoridades y canalizar las conductas hacia actividades no agresivas. El docente debería hacer énfasis en dos puntos: la comunicación y la confianza, más que un sermón lo que necesitan los jóvenes es ser escuchados y contar con alguien en quien confiar, además se recomienda que los padres de familia estén atentos a:

1) Presencia de lesiones físicas, pérdida o rotura de pertenencias.
2) Cambios de humor repentinos inusuales. 
3) Tristeza o síntomas de depresión. 
4) Aislarse, no socializar de forma acostumbrada. 
5) Descenso en el rendimiento escolar. 
6) Miedo de asistir a clase o excusas para faltar. 
7) Síntomas psicosomáticos (vómitos, dolores abdominales) 

     Los docentes por su parte deben identificar tanto a la víctima y el agresor. Si ya se ha detectado a la víctima se preguntará a los padres si el niño o joven presenta dificultad para conciliar el sueño, si presenta falta de apetito, desgano u apatía por las actividades que normalmente el estudiante realiza con regularidad. También se indagará si tiene, dolores en el estómago, el pecho, de cabeza, náuseas y vómitos, llanto constante, estos podrían ser indicadores reveladores de una conducta reincidente. 

     La observación del docente se vuelve entonces necesaria en tanto es imprescindible el monitoreo de sus estudiantes, en los recreos y otros momentos que pudieran prestarse para el acoso o amedrentamiento de los agresores hacia las víctimas. En las paredes de los baños, en los pupitres o en los cuadernos podría haber rasgos reveladores de violencia, como mensajes, amenazas o dibujos despectivos.

     La idea es hablar con los compañeros de clase más cercanos de los estudiantes (acosador y víctima), los cuales pueden dar información valiosa, los testigos de la agresión suelen guardar silencio para que la agresión no se vuelva contra ellos y el docente debería partir de esa premisa, además se debe tener en claro que tanto el agresor como la victima sufren y por lo tanto necesitan ser atendidos y tratados con la ayuda de especialistas, las primeras instancias si la institución educativa cuenta con ellos son: orientadores y psicopedagogos con experiencia en el trato de casos similares. 

     Ante todo, debe primar un esfuerzo para la comunicación efectiva y el docente debe ser un mediador, no tomar partido por la víctima. Se debe propiciar el respeto y el trato cordial siempre en su grupo y entre compañeros. Los alumnos interiorizan las malas actitudes y son muy propensos a reproducir patrones vistos. 

     Consideremos en tercera instancia, la necesidad imperiosa de fomentar una visión ética e integral de sexualidad en la sociedad a partir de nuestro quehacer docente. La sexualidad se comprende en sus dimensiones, a saber: biológica, psicológica y dialógica.

     Si como docentes pensamos en nuestra materia prima (los estudiantes) y la visión que muchas veces les venden los medios y hasta la publicidad sobre la sexualidad, es fácil comprender que para los adolescentes no hay tiempo para la toma de conciencia, además el hoy se trata de una época de desesperanza donde las oportunidades ya no son las que se predicaban antes, muy de la mano con lo que propone la postmodernidad, así entenderemos que la sexualidad es concebida meramente como el sexo o los momentos de coito.

     Lo social, lo afectivo, lo relacional, el conocimiento del cuerpo y los sentimientos que pasan de la individualidad del yo a la comprensión de la segunda persona, para un entendimiento del “nosotros”, en todo este proceso prima el conocimiento de los cuerpos y la responsabilidad de los individuos.

     Finalmente, no se deslindan entonces de la parte autónoma la racionalidad, la conciencia, la libertad y la responsabilidad dentro de la concepción de una sexualidad integral en el individuo. Es decir, no podríamos abordar la sexualidad si no se comprenden áreas como lo físico, lo cognitivo, lo emocional, lo social y hasta lo espiritual. Si no entendemos la sexualidad en todas sus dimensiones y se ayuda a que los estudiantes comprendan los valores estaremos promoviendo un sistema desarticulado, superficial y carente de humanismo, carente de sensibilidad y sensibilización en los individuos, no muy alejado de lo que ocurre con la disciplina o fenómenos como el matonismo.