
Hemos querido contextualizar y enriquecer el estudio de los mapas conceptuales de Novak como estrategia de enseñanza, aprendizaje y asimilación de los contenidos, para ello consideramos importante retomar los estilos de aprendizaje y más aún, los tipos de inteligencia sobre los que van a variar estos estilos que el educador confrontará en el quehacer docente.
Lejos de ser una panacea, los mapas conceptuales deben responder a una necesidad de ordenamiento de la información. Es decir, el mapa conceptual como herramienta debería ser explotado teniendo en consideración la naturaleza del tema tratado, qué tanto se presta o no la situación didáctica y si de acuerdo al tipo de inteligencia del alumno se reforzaría o no el aprendizaje adquirido.
Cuando se habla de inteligencia, la primera asociación al término, que por demás es abstracto, son las calificaciones del colegio o de la universidad. El patrón impuesto y aceptado socialmente para asociar intuitivamente la idea de inteligencia guarda hasta entonces una relación directamente proporcional entre cuan altas sean las calificaciones y la inteligencia de la persona.
Tradicionalmente se ha relacionado la inteligencia de una persona con el rendimiento que muestre ante pruebas de tipo lógico – matemático y lingüístico, las cuales son consideradas como primordiales para obtener acceso a mayores oportunidades académicas y laborales.
Las personas que obtienen altas calificaciones en las pruebas que se realizan en el sistema educativo que prioriza el razonamiento lógico – matemático y lingüístico, estas personas son consideradas entonces como inteligentes, mientras que las que tienen un rendimiento deficiente en estas (aunque posean otro tipo de capacidades) son a menudo excluidas del mismo sistema.
Esto se evidencia en “pruebas de aptitud académica” para ingresar a la Universidad, y en las pruebas psicométricas realizadas para ciertos empleos. El fundamento de estas pruebas es que la persona que es capaz de resolver los problemas de dichas pruebas también podrá hacerlo ante un problema real que surja durante su ejercicio profesional.
Según diversos autores, el concepto de inteligencia ha sido definido con el fin de satisfacer las necesidades que tenga la sociedad en particular, y con esto se excluye a las personas que no cumplan con el estándar de inteligencia establecido, o sea, las personas “no inteligentes”.
Sin embargo, personas con muy alto desempeño académico (los llamados nerds, por ejemplo) podrían eventualmente no tener un desarrollo tan notable en la vida afectiva y en su desenvolvimiento social; este fenómeno sugiere que realmente la inteligencia podría ir mucho más allá del rendimiento académico y contemplar así una formación más integral.
Por tanto en este trabajo se pretende confrontar estas concepciones tradicionales con la realidad que encierra la existencia de inteligencias diversas antes de concebir la técnica misma del mapa conceptual que no surge de la nada, sino en respuesta a la búsqueda de cómo el cerebro humano compila la información para facilitar su procesamiento.
Resulta difícil saber si metodologías aplicadas antiguamente en educación como “la letra con sangre entra” junto con el uso desmesurado de la “memorización” son realmente de un error conceptual a nivel de estrategias de aprendizaje o en su defecto son meramente un equívoco histórico, a la larga heredado de las primeras concepciones pedagógicas de las que el género humano haya tenido consciencia (por ejemplo, la importancia de la expresión oral fue un factor determinante en la cultura de los pueblos antiguos).
Mediante un cambio en la definición de inteligencia o inteligencias, el sistema educativo se ve modificado y se diversifican las oportunidades que tienen los estudiantes para desarrollar sus capacidades.
La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta por Howard Gardner, sugiere que la inteligencia no es algo único y constante sino que cada persona cuenta con distintos potenciales que pueden ser desarrollados dependiendo de su entorno, sus necesidades y oportunidades. Es de esperar, que al poseer elementos característicos de cada inteligencia (Inteligencia Musical, Corporal-kinestésica, Lingüística, Lógico-matemática, Espacial, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalista) cada una sea desarrollada de acuerdo a un modo y a un contexto específico, de forma distinta, según corresponda para cada persona.
En el marco teórico de este trabajo, se conceptualiza la inteligencia y los diferentes tipos de esta, según las principales teorías psicológicas enunciadas al respecto. Posteriormente se enfatiza sobre la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, identificando cada una de ellas y finalmente se propone el mapa conceptual de carácter práctico para trabajar en grupo.
En ese sentido, es preciso tratar de comprender la manera en que las capacidades personales se desarrollan, ya que dicho conocimiento a la postre orientará al alumno para desenvolverse idóneamente personal y profesionalmente.
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